lunes, 18 de junio de 2012

Construyendo un código de ética intangible que busca revalorarse a través de lo tangible para el uso de las TIC




“La creatividad se aprende igual que se aprende a leer”

Ken Robinson.

Por Martín Alvarez López

¿Qué se nos viene a la mente cuando nos referimos a un código de ética? Pues, a un conjunto de reglas que se tienen que ‘respetar’; a una forma de ‘valorar’ principios muy intrínsecos de la persona; así como a seguir un prototipo ideal de cómo se deben ejecutar las cosas, de acuerdo a los principios de una institución o marco en donde sea necesario ejecutarlas. Pues bien, y aunque parezca contrario al uso formal que se le conoce, es necesario que un código de ética en las TIC tenga un soporte, una base, un intangible en dónde apoyarse; pues sí, eso es lo que es: un intangible que busca revalorarse a través de lo formal, lo tangible.

Hablar de intangibilidad, o como diría (Echevarria, 2000), hablar de los valores como una realidad virtual “es decir, como una manifestación intangible que expresa su realidad a través de hechos perceptibles por los sentidos”. Y es pues, que si nos situamos en aquello que tenemos que catalogar dentro de un código de ética, hoy por hoy, como algo netamente valorativo y que se tenga que ejecutar dentro de las reglas de ética que todos conocemos, es necesario que se revisen ciertos elementos ‘antes’ de ejecutar los mismos, pues, quiérase o no, el aspecto virtual; o, mejor dicho, la cultura digital, mi cultura digital, tú cultura digital, y la que muchos, ahora, poseen, modifica el código de ética que quiera ponerse en marcha dentro de todo aquel espacio virtual que conocemos.

Para lo anterior tenemos tres aspectos fundamentales que representan el ‘antes’, o mejor dicho, lo intangible que busca revalorarse a través de lo tangible, y que ejecutan un código de ética para las TIC que, para este caso, se aplicará en un colegio:

  1. Libertad
Dentro del marco conceptual que hoy se vive, dentro del aprendizaje que encontramos al momento de aplicar la tecnología al aula, necesariamente, antes de ejecutar la acción ética, es decir, de ser explícitos en la regla, es necesario brindar un elemento que Hume genera a raíz de las prácticas en donde la persona construye su valoración o acción una vez que observa al otro. Algo muy característico, hoy en día, en el marco tecnológico. “Uno tiene pleno conocimiento de lo que ocurre en su propio escenario interno, pero ignora lo que acontece en el ajeno. Así, comprendo al otro cuando reconstruyo en mi escenario interior lo que sospecho que ocurre en el suyo”. (1)

  1. Ocio
Existe una cita de Aristóteles que me parece acorde para empezar este punto. "tiempo libre" y ocio, afirma que solo cuando se hace uso de forma correcta y sabia el tiempo libre se transforma en ocio”. Para muchos, posiblemente, sea un arma de doble filo, dado que no generaría el aprendizaje que se busca en la currícula de todo centro de estudios. Sin embargo, para Richard Gerver, una de los mayores razones del porqué aplicar el ocio para el aprendizaje en la escuela se debe a que este representa “su hogar... Está en su rutina diaria, así que tendría que ser parte de su aprendizaje. Hay un matiz que no se debe olvidar, los niños no solo aprenden en la escuela. El aprendizaje informal se da a través de la tecnología, para que la parte formal tenga credibilidad no puede dejar de lado la tecnología”. (2)

  1. Oportunidad
Y, finalmente, algo que es sumamente importante es cuánta libertad y ‘oportunidad’ se dé a este proceso, posiblemente intangible y, como se diría en semiótica, ‘muy sensible’, pero del cual se puede sacar mucho provecho si es que se quiere llegar a establecer un correcto código de ética que esté acorde con la realidad y con la etapa virtual que nos toca vivir. A continuación, un video en donde se podrá observar cómo se puede trabajar lo tangible, o la lógica que proponemos aquí, como recurso que plantea aprender a leer a través de un libro, sobre el intangible que representa la creatividad de cómo puedo leer, razonar, desaprender y aprender, hoy en día, sin aplicar lo tangible.



Estrategia para la construcción de un código de ética en mi centro laboral.
Es necesario detallar, antes que todo, que en el colegio Santa Margarita de Surco, donde laboro actualmente, se trabaja aplicando, en algunas clases, los teléfonos móviles para buscar información sobre un tema en particular, a través de una búsqueda no tutelada, sino que ellos se den cuenta de cómo debería ser la búsqueda, una vez que caen en el error, para luego aplicar el razonamiento de la tecnología y que esta sea dirigida para el aprendizaje que se busca.


Las estrategias son las siguientes:

  1. Reconocer qué imaginarios de aprendizaje tienen los chicos una vez que empieza el curso. Empezar con una pregunta sencilla: ¿todos cuentan con un celular en la actualidad?
  2. Contar con una banda ancha de Internet en el colegio para su fácil ingreso.
  3. Enseñarles cómo se encuentra, en la actualidad, el marco digital con respecto a la tecnología y los usos para el aprendizaje en el aula y fuera de ella.
  4. Detallar qué deben realizar, como parte del código de ética y qué no.
  5. Aplicar el móvil para el aprendizaje. Dejar que los estudiantes exploren e investiguen información que será relevante para el tema que se trabaja en el aula.
  6. Aquí viene el choque, o como diría Aristóteles, ‘el error’, pues es necesario que exploren’ el error’ como algo que generará aprendizaje. Aquí se busca que exploren y utilicen el ocio como para desplegar la libertad qué les hará decidir lo correcto de lo incorrecto.
  7. Paulatinamente, se utilizará el móvil más para la dirección que se busca: buscar información, y no tanto para el ocio que no genera aprendizaje para lo que se busca.
  8. Se refuerza, nuevamente, el código de ética propuesto.
  9. Se detalla que cada plataforma, cada tecnología, puede ser utilizada para un fin y un beneficio que genera ganancia en aprendizaje si se trabaja correctamente.
  10. Se genera una nueva forma de aprender a través de un código de ética.

Para reforzar esto último, les dejamos algo que tiene que ver con lo propuesto y que fue debatido en el Congreso Internacional Ciudadanía Digital, Palacio de Congreso Kursaal. Donostia San Sebastián 8 y 9 de mayo del 2012, con el tema: Smartphone y adolescentes: ¿amenaza u oportunidad?


Referencias:

(1)  Quintanilla, Pablo (2005). La ética, un asunto de sentimientos. Hume: el Newton de la ciencia moral. Suplemento de actualidad cultural El Dominical. Pag. 8.



No hay comentarios:

Publicar un comentario